O más bien bajo la luz de la farola, porque el encuentro romántico de las Estrogen con un ramillete de mozalbetes se ha producido bajo la luz de una farola. Allí estábamos Espe y yo trotando a nuestro ritmillo yendo a Cerceda cuando de repente divisamos un grupo de chicos en mallas que se dirigía en tromba hacia nosotras al grito de; "¿Sois de las Estrogen?" ¡Famosas en el mundo entero! ¡O al menos en unos kilómetros a la redonda! Qué ilusión. Así que nos hemos estrenado en una carrerita con nuestros compis
Samburieles, y prometemos que no será la última.
Ya de vuelta de Cerceda, las dos solas, hemos casi terminado de pergeñar el plan dominguero: duatlón en Cerceda. Que sí, que es una paliza, pero hemos dicho que teníamos que conseguir un podio este año y no vamos a desperdiciar una oportunidad al ladito de casa, ¿no? Y menos con semejante troupe de animadores :-)
Chicos, que si nos leéis, un gusto. Con esos ánimos que nos estáis dando para que nos apuntemos no podíamos fallar :-) La semana que viene más y el domingo ahí estaremos (espero).
Bueno sí. Ya tenemos nuestros primeros trofeos en la vitrina, aunque sean de atletas locales :-) (Es lo que tiene vivir en un pueblo pequeño). Ahora sólo nos queda buscar siguiente reto. ¡Esto está hecho! Aunque como me dijo Lucas: "mamá, pensaba que tú nunca ibas a conseguir un trofeo". La carrera dura. Muy dura. Pero muy divertida. Lluvia, frío y barro. Sobre todo mucho barro. Cantidades ingentes de barro (he necesitado dos duchas y tres o cuatro dosis de mascarilla para poder desenredarme el pelo y quitarme los pegotes de tierra pegá). Chicos, sin los cencerros y el megáfono no habríamos hecho nada. Mil gracias :-)
PD. Más fotos, aquí.
